viernes, 16 de agosto de 2013

Perseo

Perseo va en moto acuática a beber locuras con las Hespérides y ruge de hielo su brillante escudo tirado en el suelo lleno de botellas vacías de la habitación catastrófica. Licor de ninfa y besos de bronce cuando se apunta a la fiesta Medusa desnuda y todas sus serpientes; la cabeza llena de serpientes al lado de la nota que dice necesito otras sandalias aladas. Perseo mira directamente a los ojos de Medusa para ponerse enfermo de ojos mientras Andrómeda tiene sexo encadenada a la cama. Sexo de monstruos que la devoran frágil princesa nereida amante en todos los cabellos que hacen figuras extrañas en las sombras que abren abismos; abismos de piel de mar de lujuria de ojos y manos de alcohol en 8 mm. Manos de princesas que vienen del Hades inframundo morada de los muertos.

viernes, 26 de julio de 2013

Contabilidad B

Con B de navaja de afeitar y de guadaña yo miro siempre por encima del hombro a las pesadillas y me acuesto con ellas. Como aquella en la que llegué justo al borde del precipicio y lo observé un rato, precipicio de primera, no lo hay mejor. Yo le doy caladas al precipicio y lo invito a cócteles molotov en el centro del mundo conocido. Sorbo a sorbo se va haciendo grande y reclama cada minuto, como la gangrena reclama la carne sana. En los tesoros escondidos de las profundidades yo me duermo sin paracaídas mientras vosotros esperáis la llegada de la suerte. Yo cojo la suerte y la estrangulo como lo hace una serpiente, sin alma ni conciencia de culpa. Como los animales matan por instinto y lo rayos electrocutan sin preguntar primero. Con B de destino y de cartas marcadas.

viernes, 7 de junio de 2013

Café sucio

La vida es una sucesión de fotografías de Instagram, como la mujer madura que conversa con la camarera de día libre en el mismo bar donde trabaja sobre posibles parejas y del chico que luego la persigue a todas partes. También es un mail con declaración de amor a la hora de tomar el café, mientras los hombres de negocios hablan de negocios imposibles y especulan sobre la posibilidad de convertir todas las quimeras en realidad, desde un punto de vista fantástico todo es posible, según ellos, vivir de ilusiones hasta desengañarse y seguir viviendo a golpes de conversaciones de whatsapp desesperados. Y también es una revista con críticas de teatro para mandar y volver a hundirse en el sueño profundo antes de andar siempre pisando en falso las baldosas quietas y muertas. Faltan dos días para que todo sea lo mismo que hace dos días y las noticias hablarán del nuevo tropiezo en una piedra, sólo que esta vez, diferente.

martes, 28 de mayo de 2013

No habra más inviernos

Debido al cambio climático ya siempre será verano. No habrá ya más taquicardias, ni más despertarse sin saber la hora que es. Nunca más hará frío ni viento en ese palacio. Ni brillarán los ojos ni serán necesarias más mantas en el salón porque una vez que se ha vencido al enemigo sólo se ven los restos de los incendios apagados. Todas las carreteras serán sólo carreteras porque salvo la derrota, sigue sin haber nada más terrible que una victoria, que se despereza tras levantarse y toma café con sucedáneos del azúcar, para que parezca dulce. Nunca habrá más errores bajo la lluvia porque ya no lloverá nunca igual que antes, ahora las lluvias serán tranquilas, perfectas y a gusto de todos. Como cuando dejas de pensar al final todo deja de existir.

viernes, 24 de mayo de 2013

Beatriz

Beatriz fuma tabaco negro y pasa todos los días delante mí con un bolso donde lleva una fotografía mía que dice tirar a la basura en caso de incendio. Pasea por puentes que hice yo mismo porque Beatriz comiendo chicle y yo vamos a ver películas salvajes. Hay una escalera que sólo puedes bajar eternamente y que bajamos lentamente cogidos de la mano. Ella es de un signo del zodiaco que no existe. Beatriz es Raquel y Raquel es Lucía y Lucía es Beatriz y Beatriz es Beatriz. Beatriz bebe directamente de la botella de oxígeno y abre la puerta del aburrimiento para empujarme en busca de antenas que no sirven para leer lo que dice. Vamos a quemar todas las fotos del mundo para tener al fin el frío al alcance de ese todoterreno que nunca se sale de la curva y llega a ese destino donde nadie ha llegado y por lo tanto, no hay nadie.

viernes, 3 de mayo de 2013

Correr en primavera

Al final del día de beber leche con ginebra y pólvora entre carros de combate la bomba de relojería amor físico terrenal te estalla en las manos y salta en pedazos en la terraza nocturna kiosko bar cuando el mundo se va a las cloacas del frío. Pero algo sobrenatural recompone cada trozo de carne ametrallada y lo pone en su sitio con vendajes electrónicos y medicinas binarias. El suero digital que te cura como un ser que surge de la nada y te protege de todos los males, el escudo invisible victorioso que está siempre presente dando aliento a cada minuto del día. La fuerza, la energía.

sábado, 27 de abril de 2013

Sparring

Tú pega fuerte, como un boxeador con rabia. Como en las tardes frías las piscinas llenas de agua están vacías de gente y el muchacho con traje, corbata roja y gafas de sol de espejo pasea al perro idiota en la urbanización fantasma. Tú pega donde duele, como un boxeador que quiere ganar a toda costa. Como el que descarga música ilegal y graba CD’s piratas para introducirlos en el aparato reproductor del coche de ella y que suenen eternamente mientras recorre madrugadas de ida y vuelta del trabajo. Tú da patadas y golpes bajos capaces de tumbar hasta a un revisor de tren que quiere clicar el billete que no tienes y quiere echarte del vagón. Y escápate en medio del tumulto perseguida por un oficial de policía vestido de paisano. Empuja al gendarme para que el siguiente metro le pase por encima y convence al gordo y feo oficial alemán de que nunca sucumbirás a sus galones. Una elegancia que impregna cada cosa que toca alejada del mundanal ruido rodeada de silencios que nunca dejan de hablar.

viernes, 19 de abril de 2013

Sin dejar huellas

Iba a ser primero A. y luego B. pero sólo fue A. Por eso nunca sabremos a que sabía la pastilla eferverscente que se fue diluyendo poco a poco en el vaso de agua de la carretera hasta hacerse invisible y que al final el agua sólo pareciese agua igual que antes. Ya no hacen falta las prisas ni los muros aunque los muros se volverán a reír de forma nerviosa y las prisas llegarán tarde e incluso no llegarán. Pero dará lo mismo. Todo el día habrá vasos de agua pero ya sin pastilla efersverscente, como el agua tirada en el suelo, que acaba tarde o temprano por evaporarse. Como el humo que realmente no existe porque es gas, y el gas no existe y por eso se va. Habrá siempre carreteras, pero por ellas no se irá a ningún sitio. Una puerta que se abre siempre pero que por ella no se entra a ninguna casa, como el decorado falso de cinecittà, como una piedra que se tira al mar y que rebota incluso varias veces pero al final siempre se hunde. Habrá más días, e incluso un día cada día, pero sólo serán una hoja que se arranca de un calendario de mesa, se hace una bola arrugada y con el más absoluto desdén, cada mañana se tira a la papelera de todos los desechos que irán a un contenedor donde a la hora habitual, un camión se lleva todo para quemarlo y que al final sea lo que fue al principio, ese humo que no existe, y por eso se va.

sábado, 13 de abril de 2013

Ángeles con caras sucias

Yo no me voy a arrepentir cuando me lleven a la silla eléctrica por ser un gánster con terno negro y sombrero fedora. Porque pensaban que no iba a estar escuchando cuando fingí irme y por eso le disparé en el bolsillo del pecho de la americana. Pero antes le voy a enseñar por la noche a mi chica desde la ventana las luces del sitio donde vamos a ir y le voy a decir que busque ese vestido que hace tanto que no se pone. Y vamos a ir a bailar con una orquesta de swing pasada de moda. Ese vestido que le sienta tan bien a su pelo negro y a sus ojos misteriosos. Porque hay que celebrar que hoy no salgo en la página de sucesos del periódico.

jueves, 11 de abril de 2013

Seísmo magnitud seis

Cuando te tiembla el piso y suenan todas las alarmas hay que salir corriendo, lo dicen todas las normas antisísmicas, pero para abajo. Yo en cambio no sólo me quedo a ver que pasa sino que me subo al piso más alto que es donde más se mueve el edificio. Y aquí sigo, mirando al vacío desde lo más alto y sintiendo todo el vértigo del mundo. Porque si te subes arriba cuando quieres bajar ya es tarde y se te puede caer todo el edificio encima. Ya que has subido hasta arriba mejor quedarse allí hasta que se pare, aunque sientas todo el vértigo del mundo.

domingo, 7 de abril de 2013

Orfidal

Nubes de algodón llueven dolor de espalda sobre mi cabeza con sueños nerviosos paralizando mis dedos automáticos como una bañera atascada que no deja fluir el agua en dirección hacia mis manos en todas las pesadillas rotas con cielos grises rompiendo cada idea que avanza lentamente entre el barro de las horas sedientas de química calando los huesos trastornados huyendo de las vértebras que me dicen apaga la luz de tu mente eléctrica deshaciendo las moléculas en tu paladar como se difumina una fotografía de todo lo que existe delante de tus ojos hasta el día siguiente que será otro mecánico día de lluvia.

sábado, 30 de marzo de 2013

Lady day

Ayer vi a Luna cerca de la zapatería S&M Elegance y hoy después de despertarme otra vez sin saber ni dónde estaba ni qué hora era cuando el leído lo del atropello en el paso de cebra iba cayendo en picado hacia el fondo del pozo yendo hacia al túnel de lavado. He puesto la misma canción varias veces seguidas hasta que he entrado en el mundo oscuro de las colas de carritos interminables incapaz de comprar nada y por eso he vuelto al coche sin sentido pero justo antes de arrancar el motor he recibido una llamada de otro mundo y hemos buscando tiendas de informática abiertas venidas a menos después de besar las mejillas desconchadas y no hemos visto ningún faro a lo lejos. Pero iremos al faro y lo encontraremos siguiendo su luz intermitente, la luz que nunca se apaga, la puerta que nunca se cierra.

jueves, 28 de marzo de 2013

Declaración trimestral

Yo quiero ser tu protector gástrico y tu cajero automático. Tu ángel de la guarda con chaqueta de cuero con agujeros en los bolsillos, vaqueros rotos, zapatos negros y olor a desodorante robado en un centro comercial. Yo quiero ser tu escritor de guardia, tu 061 de urgencias anímicas y materiales, tu hombre de negro alto y delgado que te rescata sin condiciones y además te invita a unas cañas, a un café, a una charla, a mirar en el pasado sin dolor y a mirar en el futuro con confianza. Yo quiero ser el general de todos tus ejércitos y dirigir por fin esa batalla desesperada que he estado esperando y para la que me he estado preparando durante toda mi vida. Yo quiero ser tu hombre del tiempo que pronostica nubes con leves precipitaciones pero que más tarde lucirá un sol esplendido en la mitad norte, con viento suave en la mitad sur. Yo quiero ser tu anticiclón, tu memoria USB, tu boli de la suerte, tu leche sin lactosa, tu escalera oscura, tu vela, tu botella de agua y tu tirita marrón en el dedo anular de la mano izquierda. Yo quiero quitarte todo el hierro que te sobra y darte todo lo demás que te falta. Yo quiero atracar una zapatería de lujo a mano armada y llevarme esos zapatos que tanto te gustan. Yo quiero ser ese paracetamol que te quita el dolor de cabeza y el dolor de todas las cosas. La tregua, el alivio, el descanso, el fin, por fin, de la guerra.

lunes, 11 de marzo de 2013

Carta a Frau Rommel

Bir Hacheim. Libia. 16 de septiembre de 1942

 

Queridísima Lu:

 

Por la mañana temprano llegué de Tobruk y la lucha sigue siendo muy dura, nadie puede imaginar el peso que estoy soportando. Todo está en juego otra vez y luchamos contra obstáculos insuperables. Sin embargo, tengo confianza y espero salir bien de todo. El de hoy ha sido el ataque más intenso de los realizados por los ingleses pero prácticamente no consiguen nada contra nosotros y terminan retirándose para volver a la carga al día siguiente. Sucede que no sé exactamente si hoy es domingo o lunes porque he perdido la noción de los días y es que en el desierto del norte de Libia no hay domingos, ni lunes, ni ningún día de la semana, pero los amaneceres ofrecen una fantástica belleza en este país del alturas llanas. Estoy comiendo bien aunque las mismas raciones que mis soldados y muchas veces en una parada rápida en medio de unas rocas o con el vehículo en marcha. Voy a donde van ellos y siempre que puedo estoy lo más cerca posible de cada una de las divisiones, porque un general debe comer lo que comen sus soldados, pisar la tierra que ellos pisan y padecer lo mismo que ellos padecen. Las tormentas de viento hacen que todo se vuelva arena alrededor de nosotros pero seguimos adelante recorriendo muchos kilómetros todos los días, bien pertrechados en los carros de combate y haciendo fracasar al enemigo en todos sus intentos, un enemigo que cada vez retrocede más. Te escribo por la noche ya en mi tienda de campaña, cuando ha cesado el fuego y todo está en calma. Cuánto te hecho de menos en este mar de polvo, viento, calor insoportable diurno y frío intenso nocturno. Esperando volver pronto y pensando todos los días en ti. Tu marido, Erwin.

sábado, 2 de marzo de 2013

Normandia

Torbellino de vapor de combustible azahar de 2013: Llevo un mes menos un día en esta nave y tres años en otras naves, me llamo 41 y vivo encadenado día tras día, condenado por algo que no he hecho. A boga de combate contra la flota macedonia con grilletes que rompen la carne, dolor en todos los músculos y latigazos mientras el cónsul anuncia boga de ariete. Y en cada brazada la extenuación se asoma pero el látigo la hace huir. Y la nave macedonia nos embestirá y todo arderá en llamas y se hará pedazos sobre las aguas. Pero al final las velas cuadradas nos rescatarán del naufragio y anunciarán que, contra pronóstico, la victoria sobre la flota macedonia ha sido total y absoluta.

jueves, 28 de febrero de 2013

Todos los días son miércoles

Sobre todo el día que recogí a la viuda negra de Babel y recorrimos juntos la autopista llena de viento, ese día que me dijo otra vez todas esas cosas que siempre dice sobre mí a los demás cuando me mencionan, mientras oíamos el que tiraron en una fosa común acompañado sólo por cinco personas. Y en ese mundo lleno de heridas curadas escuché otra vez sus palabras que ya no eran monótonas. Un día iremos a comprar mi pequeña novela a la librería para leerla juntos, ella que no sabía lo del fantasma que le conté ese mismo día, ese día que fue como una inyección que me hizo olvidar por unas horas lo que no puede ser porque es imposible, que disfrazas una y otra vez con maquillajes de carnaval pero que vuelve porque quieres que vuelva, porque deseas que vuelva a aparecer una vez más. Lo que te cura cuando está cerca. Y te mata cuando está lejos.

lunes, 18 de febrero de 2013

Catrina muerte mejicana

Querido lunes, al volver de la calle amapola, he visto otra vez el mismo entierro enfrente del club, el mismo entierro de todos los días; y he visto el hombre que vende ramos de flores, al pararme en el semáforo. El sábado de autos, después de ver a Eusebio Poncela teclear una vez más un guión me puse el protector dental de terrores nocturnos y empezaba a sudar a pesar del frío cuando recibí una fotografía de la dama pálida seria y pensativa en un anochecer seco. Y volví a despertar tantas veces como siempre durante la noche madrugada víspera de domingo preguntándome, como aquella vez, si había pasado de verdad, y volver a mirar otra vez esa fotografía como aquella vez que busqué varias veces su mail escrito en un papel, y volver a mirarlo para ver si era de verdad y no había sido otro sueño más. En esa madrugada olvidar mirando su fotografía un terror tras otro, dulce como el cielo de cada pesadilla.

lunes, 11 de febrero de 2013

Marco Aurelio

Antes de que pase el día me encontraré con un indiscreto, un ingrato, un insolente, un mentiroso, un envidioso y un insociable. A todas horas, preocúpate resueltamente, como romano y varón, de hacer lo que tienes entre manos con puntual y no fingida gravedad y procúrate tiempo libre para liberarte de todas las demás distracciones. Y conseguirás tu propósito, si ejecutas cada acción como si se tratara de la última de tu vida. Nada más desventurado que el hombre que recorre en círculo todas las cosas y que busca mediante conjeturas lo que ocurre en el alma del vecino. Lo que no deteriora al hombre, tampoco deteriora su vida y no le daña ni externa ni internamente. Piensa, por ejemplo, en los tiempos de Vespasiano. Verás siempre las mismas cosas: personas que se casan, crían hijos, enferman, mueren, hacen la guerra, celebran fiestas, comercian, cultivan la tierra, adulan, son orgullosos, recelan, conspiran, desean que algunos mueran, murmuran contra la situación presente, aman, atesoran, ambicionan los consulados, los poderes reales. Pues bien, la vida de aquéllos ya no existe en ninguna parte.

domingo, 10 de febrero de 2013

Correr en invierno

Leer a Nietzsche al mediodía en medio de una cafetosis múltiple y buscar la eternidad distrito a distrito, como Alicia en las ciudades. Con varias capas de ropa calentar motores y escuchar a Ligeti, como un ritual francmasón ponerse las zapatillas de Mercurio y alas en los pies. Sol y viento helado endorfina tras endorfina contra pronóstico y contra nadie de un cronómetro quieto destruyendo cada roedor físico y cada molécula invasora. De tu cuerpo inexpugnable y del aire difundir todos los oxígenos, vencer sin competir, sin dorsal, sin fotoperiodismo, sin meta, donde el corazón lleno de cal se vuelve puro y no bombea hemoglobinas en vano. Y volver a Nietzsche, oh Friedrich, regenerar lo invadido, expulsar a los invasores de El Castillo. El marino que perdió la gracia del mar vuelve a su fortaleza de color repulsión sin sirenas de policía, volátil. La doctora errante dio con la respuesta y el verbo se hizo carne en los pies, quemadores de azúcar, una obsesión, el invierno.

domingo, 3 de febrero de 2013

Isis

Mi corazón desordenado y kamikaze fuma crack y habla solo, rebobina la cinta una y otra vez, uno, dos, capcioso, no quiere saber nada y bebe agua. Ha adelgazado nueve kilos de un tirón, en el límite de todo inconsciente al borde de una piscina totalmente vacía. Tocando el cielo de las cosas ha entrado en los bares solitarios de siesta de lunes y se le ha aparecido Isis, sonriente. Los vasos de cristal son trozos del pasado, inertes y en un jeroglífico borroso he encontrado suburbios de la memoria. Ella entre todas las divinidades, partes de mí, puertas cerradas, ejércitos invencibles, agujeros, notas a pie de página, la serpiente, la serpiente a los pies de Pompeya, el fuego, los pájaros, los cristales rotos, centurias avanzando, divagando sola, una cantata para cada discurso, sacerdotisas, plazas solitarias, una misa. Y todo lo racional lo destruye con su introspección. Las clínicas tienen listas de espera para varios meses, como el equilibrio. He vuelto a casa, he dejado las llaves en el cajón y he vuelto a acurrucarme entre sus brazos con mi cabeza en su pecho para que me acaricie y me diga ya ha pasado todo, seguro entre algodones y besos.

viernes, 1 de febrero de 2013

Hago cosas que no son pensar en ti.

La arropo, la beso, hago llamadas de teléfono breves y concisas, quedo en gasolineras recónditas con gente despreciable, me pongo los zapatos y la americana, me peino, arranco el coche, alguien me da un chivatazo, resuelvo por fin el misterio, doy con la solución, calculo los horarios, busco personas y direcciones, me doy prisa, digo la contraseña, en el último momento capto el mensaje y doy la vuelta violentamente con el coche, llego antes y lo averiguo todo, encuentro a quien busco, digo que soy el correo, aprieto el gatillo y disparo con silenciador, limpio mis huellas, caigo en la trampa y me descubren, salgo corriendo rompiendo la ventana, llego a casa, veo las noticias y el parte meteorológico para mañana, observo por la ventana descorriendo un poco la cortina y apago la luz, recibo una llamada de teléfono, oigo ruidos y es el gato, voy al baño y abro lentamente la puerta, se oye la sirena de una ambulancia, enciendo un cigarrillo, lo aplasto en el cenicero rápidamente, me acuesto y me duermo y por fin, con la mano debajo de la almohada sujetando la pistola, sueño con ella.

lunes, 28 de enero de 2013

O Sade

En los surcos de la cara de Marianne Faithfull hay venas corpóreas de su hermana que me atosigan hasta la médula. Una Sacher-Masoch de pura cepa,  en el calendario de sus vicios imploro parafilias con Justine, ya tan adicto a ti y todo tú. Quiero que te vayas para siempre y que vuelvas para siempre y que me digas no te quiero ver jamás y que me digas te quiero ver todos los días y que te olvides de mí y que pienses sólo en mí. Y que bajemos juntos la escalera de Jacob manchada de nicotina y colillas de cigarros, un corazón para golpear de uso diario, una manzana. Y todavía más frío para que juguemos a los dardos en los autobuses atestados de muertos, camino de la morgue, bendiciendo el pan con reliquias de santos, disparando al cú-cú del reloj para que así por fin ya salga en los periódicos, ya verás que risa cuando matemos para siempre al tiempo. El tiempo es un reloj inútil muerto. Cuando se acabe el día yo y Atila pisaremos el césped de los parques públicos para hacer un camino para ti, un camino de exterminio para cruzar el parque por los jardines. Un despertador abstemio, como los objetos, nos susurrara al oído el fin, como los trenes, en un día de calor y coches, so long, Marianne, todos los días son bombas de relojería.

lunes, 21 de enero de 2013

CICLOGÉNESIS

Por la mañana mandé un mail para convocar a todos los vientos y para abrir el cielo. Y aparecí en su palacio para verla con sus gafas oscuras que se las quitó porque yo había ido para ver sus ojos. Permanecí allí invisible viendo como el techo se movía, tranquilo y mostrándole como el vendaval puede traer el frío, puede traer la lluvia, inundar todos los ríos y destruir todos los tejados pero su palacio no se vendría abajo nunca. Temblarán los techos y el frío helara las manos, se sembrará el caos pero de su palacio ni una piedra saldrá de su sitio. Y entonces le miré a los ojos y con otras palabras le dije que el viento se llevará el resto del mundo, pero no tocará su palacio.

lunes, 7 de enero de 2013

Cosas para corazones y varios.

En la penumbra
de esta noche divina y prieta,
sobre la tundra
que puebla mi alma siempre despierta
se oye un lamento como preludio de las horas muertas,
horas que pasan con la agonía de una muerte lenta.
Vuelve el silencio a vestirme de oro mi santo,
vuelve el recuerdo de mis abuelas a endulzar mi espera,
vuelven los discos que me enseñaron a adorar la música,
volvió mi padre después de veinte años,
ay, si tú volvieras;
si tú volvieras te vestiría de oro mi santo,
callaría las cosas para que pudieras oír mi canto desesperado.
Si tú volvieras te vestiría de oro mi santo,
que se calle todo para que tú puedas oír mi canto desesperado.

En la penumbra
de esta noche brillante dulce de luz oscura
se oye la voz de mi recuerdo solo caminando lento.
Se oye el recuerdo de quien quisiera morir en el intento,
ay, cómo quisiera, ay, cómo quisiera quererte menos
ay, cómo quisiera quererte menos y más oscuro
quisiera quererte lento,
no más penuria a la hora de amarte,
no más tormento
y si se hicieran realidad todos mis locos sueños
yo dejaría de soñarte tanto a cada momento.
Si tú volvieras te vestiría de oro mi santo,
callaría las cosas para que pudieras oír mi canto desesperado.
Sí tú volvieras te vestiría de oro mi canto,
callaría las cosas para que pudieras oír mi canto desesperando.

Oro santo (canción isleña)
Concha Buika.
Detalles técnicos: Para parar la música de inicio de fondo ir a la derecha al final y darle al pause.


domingo, 6 de enero de 2013

El séptimo sello

En el cielo se hizo un silencio como de media hora y yo, Antonius Block, dejé mi espada y me refresqué la cara con el agua del mar andando sobre aquella playa llena de piedras y cuando quise volver a reanudar mi camino recibí un mensaje en el móvil de un número que no conocía y qué decía:
—Estoy aquí, muy cerca.
—¿Y tú quién eres?— le contesté.
—Lo sabes muy bien.
Vale,—le dije— iré porque quiero saber quién eres de verdad.
—Ahora no, en otro momento, pero no te preocupes, volveré.
Y el vacío era como un espejo, puesto delante de mi rostro, viviendo en un mundo de fantasmas.