sábado, 13 de abril de 2013

Ángeles con caras sucias

Yo no me voy a arrepentir cuando me lleven a la silla eléctrica por ser un gánster con terno negro y sombrero fedora. Porque pensaban que no iba a estar escuchando cuando fingí irme y por eso le disparé en el bolsillo del pecho de la americana. Pero antes le voy a enseñar por la noche a mi chica desde la ventana las luces del sitio donde vamos a ir y le voy a decir que busque ese vestido que hace tanto que no se pone. Y vamos a ir a bailar con una orquesta de swing pasada de moda. Ese vestido que le sienta tan bien a su pelo negro y a sus ojos misteriosos. Porque hay que celebrar que hoy no salgo en la página de sucesos del periódico.

No hay comentarios: