sábado, 30 de marzo de 2013

Lady day

Ayer vi a Luna cerca de la zapatería S&M Elegance y hoy después de despertarme otra vez sin saber ni dónde estaba ni qué hora era cuando el leído lo del atropello en el paso de cebra iba cayendo en picado hacia el fondo del pozo yendo hacia al túnel de lavado. He puesto la misma canción varias veces seguidas hasta que he entrado en el mundo oscuro de las colas de carritos interminables incapaz de comprar nada y por eso he vuelto al coche sin sentido pero justo antes de arrancar el motor he recibido una llamada de otro mundo y hemos buscando tiendas de informática abiertas venidas a menos después de besar las mejillas desconchadas y no hemos visto ningún faro a lo lejos. Pero iremos al faro y lo encontraremos siguiendo su luz intermitente, la luz que nunca se apaga, la puerta que nunca se cierra.

jueves, 28 de marzo de 2013

Declaración trimestral

Yo quiero ser tu protector gástrico y tu cajero automático. Tu ángel de la guarda con chaqueta de cuero con agujeros en los bolsillos, vaqueros rotos, zapatos negros y olor a desodorante robado en un centro comercial. Yo quiero ser tu escritor de guardia, tu 061 de urgencias anímicas y materiales, tu hombre de negro alto y delgado que te rescata sin condiciones y además te invita a unas cañas, a un café, a una charla, a mirar en el pasado sin dolor y a mirar en el futuro con confianza. Yo quiero ser el general de todos tus ejércitos y dirigir por fin esa batalla desesperada que he estado esperando y para la que me he estado preparando durante toda mi vida. Yo quiero ser tu hombre del tiempo que pronostica nubes con leves precipitaciones pero que más tarde lucirá un sol esplendido en la mitad norte, con viento suave en la mitad sur. Yo quiero ser tu anticiclón, tu memoria USB, tu boli de la suerte, tu leche sin lactosa, tu escalera oscura, tu vela, tu botella de agua y tu tirita marrón en el dedo anular de la mano izquierda. Yo quiero quitarte todo el hierro que te sobra y darte todo lo demás que te falta. Yo quiero atracar una zapatería de lujo a mano armada y llevarme esos zapatos que tanto te gustan. Yo quiero ser ese paracetamol que te quita el dolor de cabeza y el dolor de todas las cosas. La tregua, el alivio, el descanso, el fin, por fin, de la guerra.

lunes, 11 de marzo de 2013

Carta a Frau Rommel

Bir Hacheim. Libia. 16 de septiembre de 1942

 

Queridísima Lu:

 

Por la mañana temprano llegué de Tobruk y la lucha sigue siendo muy dura, nadie puede imaginar el peso que estoy soportando. Todo está en juego otra vez y luchamos contra obstáculos insuperables. Sin embargo, tengo confianza y espero salir bien de todo. El de hoy ha sido el ataque más intenso de los realizados por los ingleses pero prácticamente no consiguen nada contra nosotros y terminan retirándose para volver a la carga al día siguiente. Sucede que no sé exactamente si hoy es domingo o lunes porque he perdido la noción de los días y es que en el desierto del norte de Libia no hay domingos, ni lunes, ni ningún día de la semana, pero los amaneceres ofrecen una fantástica belleza en este país del alturas llanas. Estoy comiendo bien aunque las mismas raciones que mis soldados y muchas veces en una parada rápida en medio de unas rocas o con el vehículo en marcha. Voy a donde van ellos y siempre que puedo estoy lo más cerca posible de cada una de las divisiones, porque un general debe comer lo que comen sus soldados, pisar la tierra que ellos pisan y padecer lo mismo que ellos padecen. Las tormentas de viento hacen que todo se vuelva arena alrededor de nosotros pero seguimos adelante recorriendo muchos kilómetros todos los días, bien pertrechados en los carros de combate y haciendo fracasar al enemigo en todos sus intentos, un enemigo que cada vez retrocede más. Te escribo por la noche ya en mi tienda de campaña, cuando ha cesado el fuego y todo está en calma. Cuánto te hecho de menos en este mar de polvo, viento, calor insoportable diurno y frío intenso nocturno. Esperando volver pronto y pensando todos los días en ti. Tu marido, Erwin.

sábado, 2 de marzo de 2013

Normandia

Torbellino de vapor de combustible azahar de 2013: Llevo un mes menos un día en esta nave y tres años en otras naves, me llamo 41 y vivo encadenado día tras día, condenado por algo que no he hecho. A boga de combate contra la flota macedonia con grilletes que rompen la carne, dolor en todos los músculos y latigazos mientras el cónsul anuncia boga de ariete. Y en cada brazada la extenuación se asoma pero el látigo la hace huir. Y la nave macedonia nos embestirá y todo arderá en llamas y se hará pedazos sobre las aguas. Pero al final las velas cuadradas nos rescatarán del naufragio y anunciarán que, contra pronóstico, la victoria sobre la flota macedonia ha sido total y absoluta.