viernes, 26 de julio de 2013

Contabilidad B

Con B de navaja de afeitar y de guadaña yo miro siempre por encima del hombro a las pesadillas y me acuesto con ellas. Como aquella en la que llegué justo al borde del precipicio y lo observé un rato, precipicio de primera, no lo hay mejor. Yo le doy caladas al precipicio y lo invito a cócteles molotov en el centro del mundo conocido. Sorbo a sorbo se va haciendo grande y reclama cada minuto, como la gangrena reclama la carne sana. En los tesoros escondidos de las profundidades yo me duermo sin paracaídas mientras vosotros esperáis la llegada de la suerte. Yo cojo la suerte y la estrangulo como lo hace una serpiente, sin alma ni conciencia de culpa. Como los animales matan por instinto y lo rayos electrocutan sin preguntar primero. Con B de destino y de cartas marcadas.