domingo, 27 de septiembre de 2009

En Granada hacía calor

El viernes en Granada los termómetros marcaban insistentemente 31º, a las cinco de la tarde. Aún así la gente por la calle llevaba ropa de abrigo, cazadoras, jerseys, camisas de manga larga. En la Plaza de la Trinidad se oyen sonidos de pájaros a un volumen chirriante. Pero sólo se trata de altavoces situados en los árboles. Los pájaros de verdad descansan a cientos en las plumas de las grúas, que se elevan por encima de todos los edificios. En esa misma plaza hay un bar, llamado Reca, antaño famoso por sus tapas. Ahora es un bar moderno, con estilo y las tapas son sofisticadas. Donde antes había una librería ahora hay tienda de bolsos o zapatos. Hace muchos años iba acompañado a una tienda donde sólo vendían té a granel en grandes botes de cristal. Ahora sería incapaz de encontrarla, si es que sigue existiendo. Y por más que pasa el tiempo, en sueños, sigo yendo a esa tienda, una y otra vez, acompañado, en sueños, por la misma persona. Tengo en casa té, pero de bolsita, y a veces lo preparo pensando en el sabor de aquel té. Pero me sabe insípido, vacío. En Almería, hoy, llueve y hace un día plomizo, con sabor de té de bolsita preparado en casa.

viernes, 18 de septiembre de 2009

En Murcia también sopla el viento.

Pero sin respuestas. Hay personas que te ofrecen el aparcamiento antes de irse. Puedes tomar café en una bocatería llamada Musu. Enfrente de un instituto. Hace frío ventoso casi otoñal en las primeras horas de la mañana y calor a mediodía. En la cafetería hay una amplio cristal en la entrada y tú puedes estar sentado en una mesa naranja cerca de ese cristal viendo pasar gente, personas, chicos y chicas que entran al instituto. Y ver el efecto del viento en los árboles. Pero aunque sople no hay ninguna respuesta en ese viento, ninguna. Puedes, sin embargo, pensar a donde te puede llevar el viento, siempre caprichoso, nervioso, inquieto. Puedes imaginar que alguien que estaba en el pasado pasa por delante del cristal, entra en la cafetería y se sienta a tu lado. Imaginar que le preguntas porqué las cosas han sido, son o serán de una manera determinada y no de otra. Eso sí, como el viento, no tendrá ninguna respuesta. En Murcia a mediados de septiembre, en las primeras horas de la mañana, hace frío ventoso casi otoñal pero un calor agradable a mediodía.