viernes, 16 de noviembre de 2012

Carta a Milena Jesenská

A/A Milena Jesenská
Judenplatz, 39
Viena

Remite: Franz Kafka
Zlata Ulicka, 22
Praga

Querida señora Milena:

Ya no tengo tisis ni toses, ahora voy al gimnasio y frecuento los salones de la alta sociedad vestido con frac. Bebo champán francés y he dejado de escribir cosas raras que nadie entiende. Que experimente otro, digo yo. Tenía usted que verme como he echado músculo. Ahora soy un todo un gourmet de la alta cocina y paladeo los mejores vinos. También he decidido trepar lo mío y ahora soy el jefazo de la compañía de seguros, paseándome orondo entre mis subalternos. Me he enterado de que por ahí andan liándola parda con el surrealismo que antes me hubiera hecho tilín pero que ahora considero mamarrachadas de hombres tristes. Y sabe, señora Milena, hay que bastante perverso para escribir si uno es feliz. A partir de ahora iré los domingos a pasear por el lago y visitaré los cafés y fumaré puros de calidad en tertulias de hombres vestidos con chaleco y reloj de cadena. Duermo como un bebé y como como un gañán. Asisto a funciones de teatro y voy a la ópera. Me la trae al fresco la política en el club del casino pero doy mi opinión a favor de  la mayoría biempensante. Y sí, tiene permiso para traducir mis abstrusas obras al checo, que no obstante he mandado echar al fuego, para avivar así la llama del calor del hogar.

                                                                                              Suyo, F.