viernes, 1 de febrero de 2013

Hago cosas que no son pensar en ti.

La arropo, la beso, hago llamadas de teléfono breves y concisas, quedo en gasolineras recónditas con gente despreciable, me pongo los zapatos y la americana, me peino, arranco el coche, alguien me da un chivatazo, resuelvo por fin el misterio, doy con la solución, calculo los horarios, busco personas y direcciones, me doy prisa, digo la contraseña, en el último momento capto el mensaje y doy la vuelta violentamente con el coche, llego antes y lo averiguo todo, encuentro a quien busco, digo que soy el correo, aprieto el gatillo y disparo con silenciador, limpio mis huellas, caigo en la trampa y me descubren, salgo corriendo rompiendo la ventana, llego a casa, veo las noticias y el parte meteorológico para mañana, observo por la ventana descorriendo un poco la cortina y apago la luz, recibo una llamada de teléfono, oigo ruidos y es el gato, voy al baño y abro lentamente la puerta, se oye la sirena de una ambulancia, enciendo un cigarrillo, lo aplasto en el cenicero rápidamente, me acuesto y me duermo y por fin, con la mano debajo de la almohada sujetando la pistola, sueño con ella.