martes, 4 de diciembre de 2012

Dafnis y Cloe

La corona de espinas en la cabeza del muerto como el peso de la pesadumbre rubia torcida con botas alegre escorpión de cada día me llama por mi nombre y me dice ven llorando sangre detrás de las gafas opacas corriendo por el camino que no existe en tus muslos veré el fin tras la puerta y el espejo cubierto con la sábana en los óvalos y las cintas para el pelo el baúl de tu cintura y las flores velas y cigarrillos de tu espalda mientras suenan músicas orgánicas cuando te quitan las botas en la cama tendido lavándote con el agua limpiándote las heridas volviendo a colocar el crucifijo del amor metódico quemando las súplicas en el mundo que fue abanicándose y dándole latigazos el pasado vuelve y te recuerda y te da latigazos diciéndote ven cuando alguien te llama y te excita y no quieres mirar pero tendrás que ver en el frío invernal.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Jocelyn Bell

Jocelyn Bell llena de púlsares y radiotelescopios, inmersa en su radioseñal y con sus coletas como quásares; detrás de sus gafas simétricas están sus ojos curiosos y su sonrisa astrofísica. Todos sus satélites, estrellas errantes, rotan alrededor de su mente de adolescente mágica. Estudiosa de lunas astronómicas, merecedora de todos los nobeles, un sol llevará tu nombre en una constelación furiosa de helios nucleares que dará luz a todos los mediocres, al calor de tu voz y tu mirada infantil. En un cielo oscuro y vacío las ondas viajarán diciendo tu nombre, Jocelyn, y chocarán con Aldebarán y Betelgeuse y llegarán a antenas lejanas que mirarán con envidia. Frentes como hemisferios y ojos celestes más brillantes que la constelación de Escorpio tendrán que estar para siempre en el cielo, a hombros de gigantes y para asombro de dioses.