lunes, 7 de enero de 2013

Cosas para corazones y varios.

En la penumbra
de esta noche divina y prieta,
sobre la tundra
que puebla mi alma siempre despierta
se oye un lamento como preludio de las horas muertas,
horas que pasan con la agonía de una muerte lenta.
Vuelve el silencio a vestirme de oro mi santo,
vuelve el recuerdo de mis abuelas a endulzar mi espera,
vuelven los discos que me enseñaron a adorar la música,
volvió mi padre después de veinte años,
ay, si tú volvieras;
si tú volvieras te vestiría de oro mi santo,
callaría las cosas para que pudieras oír mi canto desesperado.
Si tú volvieras te vestiría de oro mi santo,
que se calle todo para que tú puedas oír mi canto desesperado.

En la penumbra
de esta noche brillante dulce de luz oscura
se oye la voz de mi recuerdo solo caminando lento.
Se oye el recuerdo de quien quisiera morir en el intento,
ay, cómo quisiera, ay, cómo quisiera quererte menos
ay, cómo quisiera quererte menos y más oscuro
quisiera quererte lento,
no más penuria a la hora de amarte,
no más tormento
y si se hicieran realidad todos mis locos sueños
yo dejaría de soñarte tanto a cada momento.
Si tú volvieras te vestiría de oro mi santo,
callaría las cosas para que pudieras oír mi canto desesperado.
Sí tú volvieras te vestiría de oro mi canto,
callaría las cosas para que pudieras oír mi canto desesperando.

Oro santo (canción isleña)
Concha Buika.
Detalles técnicos: Para parar la música de inicio de fondo ir a la derecha al final y darle al pause.