martes, 13 de noviembre de 2012

Sesión continua

Pasa de carteleras pixeladas y hazte un Jack Lemmon por que sí. Ten tu propia fábrica de moda al borde de la quiebra en Salvad al tigre (John G. Advisen, 1973), planea quemar tu propio almacén para cobrar el seguro y derrúmbate en plena presentación de tu nueva colección. Avaros prestamistas judíos acudirán como buitres. Date un paseo con los chicos de Drugstore Cowboy (Gus Van Sant, 1989), asalta todas las farmacias y no pongas nunca el sombrero encima de la cama porque trae mala suerte. Vuelve a Jack Lemmon (siempre Jack Lemmon) y bebe hasta perder la razón con Lee Reemick en Días de vino y rosas (Black Edwards, 1962). Lee pegará fuego al apartamento y tú perderás el trabajo. Vete a New Orleans a jugar al póker con Edward G. Robinson en El Rey del Juego (The Cincinnaty kid, Norman Jewison, 1965) y cae en las garras de Ann Margret. El bueno de Karl Marlden repartirá las cartas. Y ya que estás en New Orleans aprovecha para averiguar que fue de Johnny Favourite en El corazón del ángel (Alan Parker, 1987) en tus horas bajas como detective. Tendrás que ir a New York para que Robert de Niro te dé las instrucciones precisas mientras se come un huevo cocido con sal. Y te puedes quedar en New York conduciendo un sucio taxi en Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976) e invita a salir a Cybill Shepherd que dirá que sí aunque en principio piense que eres una persona extravagante, dirá que sí y aceptará salir contigo y le regalarás ese disco de Kris Kristofferson que tanto le gusta, mágica Cybill, le gustará desayunar contigo. Con gafas y sin ellas y con ese vestido tan blanco. Pero no la fastidies y llévala a ver una película bonita.