viernes, 23 de noviembre de 2012

Ella y Anubis

Mi mujer es desobediente y se salta las leyes de la física. Su entropía es menor que cero en un sistema aislado. El otro día no cumplió la Ley de Kirchhoff y la intensidad total fue mayor que la suma de todas las intensidades. Quita todos los electrones de en medio sin atender al orden de sus números cuánticos y hace ensaladas sin seguir el ciclo de Born-Haber. Y con sus magias y enseres dice no a la termodinámica y con constancia desecha las constantes empíricas. Estequiométricamente hablando es lisérgica y cúprica. Se pone los anillos de benceno frente al tocador de sustancias metálicas, tanto honor en sus cifras, tanto calor latente. Y su reacción exotérmica de perfumes bioxigena la habitación, entre un millón elevado a todo de moléculas azules de metileno sabático.

1 comentario:

Ana Tomás García dijo...

Hola Francisco José, soy Ana de La Maleta Prodigiosa. He recalado a este Corazón de Louis Cypher después de conocerte en Facebook, y como me apasiona la literatura y lo que escribes me gusta muchísimo, me quedo por aquí con tu permiso, para seguir disfrutando de las letras.
El post Menú de semana santa me ha puesto los dientes largos porque estoy viviendo en Inglaterra y ciertamente se echan en falta esas cosillas... jejeje. Un saludo.