sábado, 17 de noviembre de 2012

La ofensiva del Tet

La noche del día 30 de enero de 1968 soldados del Vietcong atacaron Saigón y yo les ofrecí té Rooibos en bolsitas. Los vietnamitas preferían té Ceilán, té Darjeeling me dijo uno de Singapur, por favor, té con canela o Assam, con limón y una nube de leche. El té  rojo sudafricano Rooibos con sabor a ciruela les excita sobremanera a pesar que no tiene cafeína ni teína. En el breakfast tomaban tostadas y a las cinco tomábamos te verde con menta y Earl grey con algunas gotas de licor de arroz. Un soldado me preguntó porque ya no se hacían esas teteras de cristal con émbolo en un recipiente filtrante aptas para microondas. Porque entonces el mundo sería demasiado perfecto, le contesté. Y lo bien que quedaría la tetera malva junto a la jarrita de leche en el mueble ocre para hacer una fotografía still life (naturaleza muerta) que tan bien acompaña a esta ofensiva del Vietcong. Evidentemente les gustaban mis pósters de Brigitte Bardot y no sulfuraban mercadotecnia capitalista. Finalmente estallaron las bengalas y salieron a la calle los dragones. Yo desde entonces hago caso omiso a las luciérnagas.

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